El tiempo es una imagen móvil de la eternidad

miércoles, 8 de junio de 2011

La belleza

Querido Nuevo Siglo (4):
     Es la belleza, sigue siendo la belleza la medida que consigue que una mujer triunfe más rápidamente en esta sociedad del primer mundo. Porque puedes tener ideas y las cosas claras pero cuando se trata de valorarlas el envoltorio es tu carta de presentación, y será más fácil hacerse oír, o conseguir convencer si ese envoltorio es del agrado de los que miran. Pero el reparto de la belleza se produce de manera totalmente arbitraria que eleva al olimpo a quien la posee y hunde a quien se sabe carente de ella. 

     No sucede de la misma forma con los hombres a quienes la belleza puede haber pasado de largo y sin embargo triunfan, el preguntarse el porqué ellos sí y nosotras no nos lleva a reconsiderar los atributos femeninos y masculinos que se consideran virtudes y descubrir que mientras entre las mujeres la belleza aparece en los primeros puestos, entre los hombres tiene un papel secundario, cediendo el paso a matices como inteligencia, seguridad en sí mismos, confianza, educación, liderazgo, etc. que consiguen que el no tener belleza no repercuta en sus planes y que se les valore por estas cualidades abstractas que los destacan entre los demás como personas valiosas. Por qué a la mujer no se la valora de la misma forma, debería ser la pregunta siguiente y quizás sea porque hasta no hace mucho el mundo lo repartían los  hombres, y las mujeres que llevaban al lado, incluso cuando eran más inteligentes que sus maridos, no pasaban de ser meros objetos decorativos. Y hoy en día,  con todos los avances que hemos conseguido, la mujer lucha por ser la más guapa del lugar para triunfar y codearnos con los hombres en el disfrute de ciertos privilegios de los que todos deberíamos disfrutar, pero seguimos pensando en el envoltorio de una forma enfermiza. No hemos conseguido deshacernos del rasero que nos impusieron hace mucho tiempo. Hasta lo utilizamos cuando tratamos a otras mujeres, perpetuando así esteotipos perversos que contaminan el camino hacia la ansiada igualdad. 

     Habría que desintoxicarse y conseguir ver a las personas por lo que son, valorándolas por sus cualidades únicas y dejar de compararlas con determinados cánones de belleza que no aportan nada positivo, y conseguir así ser un poco más auténticos, más libres, más felices... simplemente dejando la mediocridad a un lado.

3 comentarios:

  1. Gran verdade o que dis, pero a min o que me parece máis sangrante de todo este asunto é como o grupo feminino se relaciona entre os seus membros, ás veces somos máis esixentes as mulleres que os propios homes con nós. Se algunha non vai á moda estou convencida de que a primeira crítica será feminina... e mentres esto non cambie, mentres lle demos máis importancia ó continente que ó contido así nos irá. Por sorte cada vez hai máis mulleres que sen dan conta de estas cousas e se poñen en marcha para o cambio, educando así á xente que ten máis preto... ainda nos queda moito que camiñar pero non debemos tirar a toalla! Na educación está o cambio!

    ResponderEliminar
  2. Penso que somos nos mesmos os que alimentamos esta filosofia de vida absurda que,neste caso,fai dubidar se os ollos son unha virtude ou 1defecto...co bonito que e descubrir o interior dunha persoa.Non sei por que nos aferramos a unha imaxe con caducidad tan temprana podendo ter o privilexio de pasar a vida rodeada de grandes persoas indiferentemente de ter un envoltorio de purpurina ou papel cebola.
    Levo leido gran parte das tuas cartas,e me parece que a beleza e algo que habita en ti como en tantas persoas que espero que algun dia o "normal" sexa,por parte de todos,ter interes por descubrirvos.Un bico

    ResponderEliminar
  3. Eu descubrín non fai tanto que a beleza é un estado de ánimo. Que me asombro ao descubrir como, a pesar de non cambiar de envoltorio, hai días nos que nos descubrimos cono seres fermosos e saímos a rúa e un descoñecido co que nos cruzamos pola rúa é quen de ver esa beleza e non pode evitar dicilo, mentres que a xente que nos rodea lle custa un pouco máis descubrir a beleza que ten ao lado. Creo que é hora de ver con outros ollos, ou simplemente deixar caer a tea que non nos deixa ver as cousas como son en realidade.

    ResponderEliminar