El cincuenta por ciento

Querido Nuevo Siglo (5):

     ¿Es justa la paridad entre hombres y mujeres que se impone desde hace algún tiempo en las instituciones? Las mujeres han estado ignoradas y apartadas durante siglos de los puestos de poder y garantizarles ahora por ley el cincuenta por ciento de los puestos frente a los hombres parece ser una solución para paliar esa deuda histórica que se tiene con quienes representan casi la mitad de la población; pero la pregunta va más allá del hecho de la imposición por ley ya que, en realidad, este sistema no es justo. Es un hecho que hoy en día en muchos sectores la nuestra sociedad hay más mujeres que hombres, y no digamos si nos remitimos al alumnado que ocupan las aulas de nuestras universidades donde las mujeres son más y más visibles y activas que nunca. ¿Qué sucederá cuando accedan al mundo laboral? ¿Será suficiente con un cincuenta por ciento de las vacantes?

     Hay voces entre las que me incluyo que determinan que este porcentaje es una garantía para los hombre y no un derecho para las mujeres, quienes se verán relegadas otra vez a lo que se acordó cuando la situación era otra. A mi entender no se debería marcar un porcentaje, sino que si lo que se busca es la representatividad de ambos sexos habrá que hacerlo según se distribuyan los intereses entre ellos, y al igual que un día el mundo era de los hombres, hoy estamos en el siglo de las mujeres, el futuro se escribe en femenino y los puestos no pueden obedecer a una paridad que no es justa, sino a la valía de las personas, para ello tendremos que avanzar para eliminar viejos prejuicios y conseguir que frente a un trabajo se hable de personas, y no de hombres y mujeres. Sólo así conseguiremos un sistema justo.

     Cada vez estamos un poco más cerca de conseguirlo, pero hay aún mucho que hacer, mucho que decir y parece que apremia el tiempo. Hay algunos que se empeñan en frenar lo irrefrenable, pero por suerte para los que vemos de cara al futuro cada vez son menos y están más solos. Los tiempos cambian y nosotros tenemos que cambiar con ellos, y quien no lo haga se arriesga a quedarse en el camino. Nuevo Siglo, tú marcas el paso nosotros abrimos camino... 

     Un abrazo grande desde Babia.