El tiempo es una imagen móvil de la eternidad

lunes, 13 de febrero de 2012

Las personas perdidas

Querido Jarei:

     No tenía nada claro cómo iba a empezar esta carta a alguien que, en realidad, no conozco, pero la comienzo de esta forma tan improvisada como práctica. Me han dicho que eres  especialista en tratar con personas perdidas. Sé bien que eso no obedece a ninguna disciplina médica, pero  pude comprobar algún que otro resultado de tu trabajo y decidí que en esta cruzada que hemos emprendido por volver a  poner a Babia en el mapa, tú serías mi referente, la conciencia de las personas perdidas.

     Mi caso supongo que no será muy diferente a los que sueles tratar a diario, pero para mí es importante saber hacia donde tengo que dirigir mis pasos para lograr reencontrarme con la persona que dicen que soy y que hoy por hoy no soy capaz de reconocer. Es curioso llegar a este punto cuando ya se está rozando el ecuador del tiempo de vida asignado al nacer, y estar más perdidos ahora que en aquella ya lejana etapa de granos y dolores de huesos, como peaje a pagar para acceder al mundo de los adultos. Sin embargo, la realidad es ésta, estoy perdido. No hallo referentes que consigan dar sentido a algunos de los días vividos en el último año. Todo se me plantea irreal, preparado de antemano por un ser superior que no presenta indulgencia alguna con las personas que sufren una terrible debilidad frente a las mentiras. 

     Por mi incapacidad para ver lo real de todo lo que me rodea, he dejado irse a la que había sido mi pareja durante casi 30 años; mis hijos son dos extraños  a los que veo cuando vienen de la visita y con los que sólo consigo entablar conversaciones sobre el tiempo, el fútbol o algún acontecimiento local. El resto de la familia simplemente no existe. Se hartaron de mis ausencias y hemos acordado ignorarnos mutuamente. Estoy de baja en un trabajo en el que nunca había aportado nada, y mis días se escurren como en un cuadro de Dalí, sin que haya marco alguno que frene esta irrefrenable pérdida.

     Espero no haberte aburrido con toda esta palabrería, y saber que al otro lado encontraré las respuestas que a día de hoy no hallé en ninguna otra parte.

     Un saludo desde Babia, una pequeña parte del Mundo.

2 comentarios:

  1. Son las cosas que tiene la vida, a veces pierde un poco su sentido

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    1. Cierto, hay momentos complicados en los que podemos perder el sentido de las cosas, pero no hay que olvidar nunca la razón de ser de uno mismo.

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