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martes, 19 de abril de 2011

No lleguemos otra vez tarde

Querido Nuevo Siglo (2):
     Nunca ha sido fácil ser mujer en un mundo de hombres. Pero con la llegada de estos nuevos tiempos en los que está plenamente reconocida la igualdad entre hombres y mujeres, el reconocimiento de la capacidad jurídica, la independendia del patriarca y el control de la natalidad  se podría esperar que se diera un avance claro cara a una vida más fácil, pero es un hecho nos enfrentamos a problemas nuevos que surgen del logro de ciertas libertades, de la realización del deseo de ser mujer trabajadora y madre al mismo tiempo.

     No parece que se proteja a la mujer en su capacidad reproductiva, sino que se penaliza y se utliliza la palabra igualdad en un sentido distinto del que fue considerada. Mujer y hombre son iguales en derechos y obligaciones para todos los ámbitos, excepto en lo que a maternidad se refiere, es un hecho biológico, sólo  hay un sujeto a proteger: la mujer. Y a pesar de las múltiples políticas llevadas a cabo para garantizar que no siga cayendo la demografía tal y como se observa en la pirámide poblacional y se garantice el sistema de bienestar en el futuro hace falta que nazcan más niños en el mundo. Sin embargo, tambien es necesario que hoy en día  la mujer trabaje fuera de casa. Y tener un niño conlleva, para la mujer, discriminaciones por el simple hecho de estar embarazada, despidos improcedentes para evitarse tener que cubrir una baja por maternidad o para evitar las posibles ausencias futuras del trabajo cuando el niño se ponga enfermo. Y todo porque las cargas de tener una familia recaen el la mujer. Al hombre le sale gratis tener un hijo, ya que son pocos los que hacen uso de la baja por paternidad, o los que suspenden su contrato de trabajo para el cuidado del hijo, o los que faltan al trabajo para llevarlo al médico todas la veces que haga falta ni hacen uno de las excedencias para cuidado de hijo, y no lo hacen porque esto les perjudicaría en su trabajo, tanto en la promoción como en el mantenimiento del mismo, pero que si lo hicieran sería un paso enorme para lograr la igualdad entre hombre y mujer frente al proyecto de familia. Pero mientras esto sea así la discriminación será la situación que tendrá que sufrir una mujer que quiere tener un hijo, y por eso se retrasa la edad para tener el primer hijo que cada vez más es el único hijo, o se decide no tener ninguno.

     Nos llenamos la boca hablando de igualdad, pero sigue primando las ideas arcaicas de que el matrimonio es para que la mujer se ocupe de la prole y de la casa, y el patrimonio es para que el hombre gestione los bienes que consigue con su trabajo, consiguiendo la dependencia heredada de la mujer al hombre, ¿hasta cuándo se seguirán fomentando estas prácticas? ¿cuándo se pasará de la igualdad formal a la igualdad real? ¿cuánto hay que esperar para que la discriminación por el hecho de tener un hijo sea cosa del pasado?

     No quiero que lleguemos tarde otra vez para solucionar un problema que nos afecta a todos, porque todos tuvimos madre y sabemos de lo que hablamos. Esperemos que esto cambie de una vez por todas, un abrazo grande.

2 comentarios:

  1. Loitar por acadar estas metas sociais, como moitas outras empeza por educar na tolerancia e na igualdade... é un camiño duro pero xa comezamos a andar en favor dun futuro prometedor.

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  2. Dixéronme unha vez que tolerar non é o mesmo que respectar, e que para avanzar hai que respectar, pero sobretodo o que hai que facer é educar na igualdade, no real non na formal por iso é tan importante que a igualdade saia dos libros e se instale dunha vez por todas no mundo real.

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