Entre las estrellas

Querido Mundo:

     ¡Qué pobre tonto es el ser humano frente a la grandeza de la inmensidad que puede llegar a habitar! Nos creemos importantes porque en nuestras deformadas cabezas tenemos la idea de que este mundo conocido está ya explorado y explotado. Al igual que hace siglos nos quedaba pequeño el continente en el que vivíamos y en el que teníamos todo lo necesario para subsitir y nos lanzamos a descubrir qué es lo que había al otro lado... si había otro lado, que si nisiquera eso sabíamos, hoy aburridos ya de los dos lados ponemos la vista en el espacio exterior, y allá viajan cada días más personas tratando de hallar otro sitio habitable entre las estrellas.

    
     Con nuestros más avanzados conocimientos comenzamos a construir una estación espacial en la que esperamos poder vivir próximamente, aunque para ello aún no contemos con la libertad de movimientos que tenemos aquí abajo. Pero aún así no se deja de hacer real algo que es totalmente artificial para el ser humano, que ha aparecido en este mundo porque las condiciones fueron las idóneas. ¿Cómo pretendemos llevar este hábitat favorable  a un entorno del que desconocemos casi todo, y en el aún no sabemos si hay alguna forma de vida que pudiera haberse desarrollado con lo que hay allá arriba.

  
     Volvemos a ser pobres ignorantes que prefieren huir del problema que han causado antes que enfrentarse a él y ponerle solución. Han valorado que todo lo que conocemos está perdido, que ya no hay vuelta atrás, y que si alguien pretende salvarse va a tener que hacerlo en el espacio exterior. Responden todo al mismo grito de sálvese quien pueda, y parece que aunque los siglos han pasado desde aquel exterminio masivo en el nuevo mundo americano para lograr una supremación que no era tal, en poco tiempo el esterminio será sobre todos nosotros  que no supimos hacer nada para detenerlo, y mientras todo se acaba vemos despegar naves camino a lo desconocido, buscando la vida que aquí han echado a perder por no saber cuidarla. 

     Sigo anonadada frente a lo que está por venir, pero asustada por lo que ya ha llegado. ¿Qué será de nosotros? ¿Habrá un cambio de ciclo o estamos en plena cuenta atrás?